La Inteligencia Artificial ahora abarca un sinfín de aspectos de nuestra vida cotidiana, eso incluye el entrenamiento físico asistido por IA a través de aplicaciones que extraen datos personales, brindan aliento y asesoramiento personalizado. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la universidad de Stanford demuestra que estos servicios son más eficientes cuando se combina con toque humano.
En el estudio liderado por el profesor de mercadotecnia en la Escuela de Graduados en Negocios de Stanford, Sridhar Narayanan, se analizó alrededor de 65 mil clientes que usan la aplicación HealthifyMe, el cual ofrece planes de pérdida de peso para personas en la India.
La aplicación basada en suscripción ofrece dos tipos de planes: en uno, los clientes son guiados solo por IA, que utiliza algoritmos para sugerir objetivos y cambios en la dieta, así como los regímenes de acondicionamiento físico. El otro plan utiliza IA combinada con entrenadores humanos, que pueden ofrecer consejos más personalizados para perder peso y tal vez un oído empático.
Así, los humanos en conjunto con la IA obtuvieron mejores resultados en el estudio de Narayanan, en coautoría con Anuj Kapooropen, profesor asistente de marketing en el Instituto Indio de Administración, y Puneet Manchandaopen, profesor de marketing en la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan.
En ese sentido, encontraron que los clientes guiados por entrenadores humanos e IA perdieron un promedio de alrededor de 5 libras durante tres meses, mientras que aquellos entrenados solo por IA perdieron un poco menos de 3 libras en promedio.
«La diferencia es pequeña en términos absolutos cuando se promedia entre todos los clientes, pero es muy grande en términos relativos, ya que la pérdida de peso es un 74 por ciento mayor para los consumidores con IA más entrenadores humanos», señalaron.
Discernir un efecto causal no fue tan fácil como simplemente comparar a los usuarios de los dos planes de pérdida de peso. Narayanan explicó que los usuarios elegidos al azar de cada plan no brindan puntos de partida comparables ya que sus motivaciones no son observables.
«Las personas que eligen un plan humano pueden ser sistemáticamente diferentes a las que eligen entrenadores de IA; tal vez estén más motivados en su disposición a perder peso», dijo. «Si los entrenadores de IA salen ganando, es posible que las personas a las que les resulte más fácil perder peso sean las que elijan la opción de solo tecnología».
Finalmente, descubrieron que la interacción humana tuvo un efecto positivo significativo en la pérdida de peso. En promedio, las personas que usaron la solución solo de IA perdieron alrededor del 1.5 por ciento de su peso corporal inicial, en comparación con el 2.7 por ciento de aquellos con planes de IA más humanos.
El estudio destacó que las mujeres, personas mayores y aquellas con un índice de masa corporal inicial más bajo tenían más probabilidades de contratar a un entrenador humano y, por lo tanto, perdieron más peso. En tanto que los clientes que eligieron el entrenamiento humano tendieron a establecer objetivos de pérdida de peso más altos y registraron su peso y la ingesta de alimentos con mayor frecuencia.
Sin especular sobre por qué los humanos son mejores entrenadores de pérdida de peso, Narayanan señaló que algunos clientes pueden tener una necesidad subyacente de recibir empatía cuando intentan perder peso.
A ello, sumó que los clientes también pueden sentirse más responsables de sus acciones cuando se registran con una persona en vivo.
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