Por Josué Karim. Península 360 Press [P360P]
La vacunación no debe tomarse como un juego. El inicio de las temporadas deportivas de otoño puede representar un peligro de contagio, especialmente entre los jóvenes de 12 a 18 años.
En este sentido el presidente de EE. UU., Joseph Biden, señaló que una de las estrategias del gobierno será tener un mayor acercamiento con las comunidades, para estar mucho más cerca de los hogares.
En ese sentido, comentó en una declaración realizada el martes pasado, que se van a intensificar los esfuerzos para que los médicos que atienden a las familias puedan ofrecer las vacunas a los más jóvenes, con el fin de lograr un regreso a clases seguro o incluso para los exámenes físicos necesarios para los deportes de otoño.
Y es que, con las temporadas deportivas de otoño a la vuelta de la esquina, cientos de niños y jóvenes se sumarán a las distintas actividades que ofrecen los equipos locales, tales como football, soccer, volleyball, que no están exentos de riesgos.
La variante Delta quiere entrar al campo de juego
A pesar de que el programa de vacunación lleva un avance importante, aún existe el riesgo de contagiarse entre las personas que no están vacunadas, la aparición de la variante Delta, ha causado más de la mitad de los nuevos contagios en EE.UU.
«Para el final de esta semana, tendremos 160 millones de estadounidenses completamente vacunados, en comparación con aproximadamente tres millones cuando asumimos el cargo hace cinco meses», expresó Biden.
Sin embargo, añadió que la lucha contra el virus no ha terminado:las comunidades, familias y amigos aún están en riesgo, porque la variante Delta es fácilmente transmisible y potencialmente más peligrosa.
Sobre todo, dijo Biden, debe ser un motivo de reconsideración especialmente entre los jóvenes, quienes tal vez pensaron que no tenían que vacunarse o que no tendrían que preocuparse por ello.
Juegos Olímpicos, sin público por primera vez en la historia
Sin duda, la COVID-19 ha causado estragos en todo el mundo y el deporte no ha sido la excepción. Es así que durante el año anterior se suspendieron la mayoría de las actividades deportivas y, más adelante, algunas de ellas pudieron continuar sin asistencia en las gradas.
Este año, las autoridades de Japón sorprendieron al mundo al declarar estado de emergencia en Tokio: por primera vez en la historia, los Juegos Olímpicos se celebrarán sin espectadores, incluso de origen local como se había planteado anteriormente.
La medida llega después de que el gobierno acordara establecer el estado de emergencia para Tokio a partir del próximo 12 de julio y hasta el 22 de agosto, lo cual anticipa un endurecimiento de las medidas de salud en plenos Juegos Olímpicos, que inician el 23 de julio.
Cabe señalar que la capital nipona ha registrado en los últimos días un aumento de nuevos casos de COVID-19 sin precedentes desde mediados de mayo de este año, para ubicarse por encima del umbral de casos que el gobierno considera como de máxima preocupación.
Así, los Juegos Olímpicos no tendrán público por primera vez desde su primera edición, celebrada en 1898 en Atenas, Grecia. Anteriormente se habían suspendido los de Berlín 1916, por la Primera Guerra Mundial; así como las de Helsinki 1940 y Reino Unido 1944, por la Segunda Guerra Mundial.
Te puede interesar: La vacuna, principal arma contra COVID-19