domingo, diciembre 22, 2024

«Long COVID»: Experimentar que los síntomas no se van

COVID síntomas no se van

¿Usted o alguien que conoce resultó positivo a COVID-19, y luego de que se fuera la enfermedad siguió presentando síntomas o manifestó otros como depresión, ansiedad, pérdida de memoria a corto plazo, o «neblina mental»? Si es así, es posible que esté sufriendo de «long COVID» o Síndrome Post-agudo de COVID-19.

De acuerdo con el doctor Héctor Fabio Bonilla, codirector de la Clínica del Síndrome Post-Agudo de COVID-19 del hospital de Stanford (PACS, por sus siglas en inglés), puntualizó que algunas personas tras semanas de haber padecido la enfermedad, han presentado síntomas como cansancio extremo, dolor de cabeza, problemas de concentración, falta de memoria e, incluso, problemas respiratorios o de corazón.

Estos signos, dijo el también profesor clínico asociado de medicina y de enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de Stanford, son catalogados como Síndrome Post COVID.

Estos efectos a largo plazo también han sido definidos por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) como síndrome, luego de que este grupo de síntomas se presentaran a 28 días tras dar positivo al virus SARS-CoV-2.

Mientras que la Organización Mundial de la Salud ha definido como Síndrome Post-COVID a la presentación de síntomas tras 5 o 6 meses luego de tener la enfermedad.

El doctor Bonilla precisó que hay diferentes grados de severidad de este Síndrome, en entrevista realizada por  Marcos Gutiérrez y Manuel Ortiz en el programa Península 360 Radio, en la KIQI, a través de la frecuencia 1010 de AM desde San Francisco, California, en colaboración con el programa Hecho en California.

Si bien es cierto que el síntoma con mayor frecuencia en estos pacientes es el cansancio extremo, varios de ellos también presentan «neblina mental», un problema cognitivo de memoria y concentración en el que procesar información podría conllevar algunas dificultades.

«Cuando miramos este problema, eso no es nada nuevo. En pacientes con síndrome de fatiga crónica es uno de los síntomas más importantes», precisó.

Agregó que esta neblina mental es un síntoma que «se ha olvidado por negligencia de la comunidad y los médicos en general. Porque el paciente luce muy bien y todos los exámenes son normales, pero cuando se hacen estudios más profundos con aparatos más sofisticados se ha encontrado que el cerebro está comprometido».

La evidencia reciente, puntualizó, ha mostrado que en pacientes con COVID-19 el cerebro está afectado. «Esto puede ocurrir posiblemente secundario a los síntomas de COVID a largo plazo».

Agregó que para llegar a dichas conclusiones, se han practicado estudios bastante sofisticados, los cuales miden el metabolismo del cerebro.

«En pacientes con fatiga crónica que experimentan neblina mental se ha encontrado que hay inflamación en el cerebro. Los estudios de autopsia en el cerebro de pacientes con COVID han identificado que hay respuesta inflamatoria en el cerebro, además de áreas de bajo metabolismo. Es algo que está ocurriendo en el cerebro en pacientes con COVID que no está muy bien definido».

Identificando la neblina mental

De acuerdo con el doctor Bonilla, los síntomas de la neblina mental se manifiestan cuando el paciente dice que no se puede concentrar o empieza a leer y se siente cansado y se le olvidan las cosas. «Algunas veces se le olvida el nombre de las personas o cómo llamar a las cosas. Se olvidan de nombres de cosas que ellos conocen y tienen que encontrar palabras para explicar a la gente. Tienen problemas de memoria».

El síndrome Post-COVID sigue bajo estudio. Los expertos aún  no logran entender por qué, cómo y de qué manera se pueden tratar los diversos síntomas. 

«Es un área que estamos aprendiendo. Es algo nuevo. Estamos aprendiendo, no tenemos el problema completamente aclarado de cómo dar una terapia específica. Hasta el momento no la hay. La gente usa empíricamente medicamentos que disminuyen la inflamación».

Precisó, además,  que hay reportes anecdóticos que muestran que los pacientes tienen respuesta favorable con medicamentos contra la inflamación. 

«Tenemos una clínica en Stanford para evaluar esos pacientes, para encontrar esos problemas, porque los pacientes muchas veces no tienen neblina mental y tienen que identificarlos apropiadamente para plantear soluciones más apropiadas».

En ese sentido, planteó que el tener dichos síntomas no es necesariamente neblina mental, pues estos podrían ser causa de otros padecimientos, incluyendo tumores cerebrales.

«La razón por la que tenemos está clínica en Stanford es para tratar de evaluar a esos pacientes y determinar si los síntomas que experimentan están relacionados con COVID-19. Unas personas pueden venir con dolor de cabeza y que se olvidan las cosas y puede que encontremos hasta un tumor cerebral. Es importante valorar a los pacientes».

 Explicó que la clínica de Síndrome Post-agudo de COVID-19 de Stanford cuenta con especialistas en materia de medicina interna, enfermedades infecciosas, neurología, cardiología, psiquiatría, reumatología, otorrinolaringología, alergia e inmunidad, medicina del sueño y gastroenterología.

Empatía, parte de la solución

Para muchos, podría ser difícil entender y creer a pacientes que sufren del Síndrome, sin embargo, es necesario empatizar y dar confort a las personas que lo atraviesan.

«Las personas que saben qué tan difícil es esta enfermedad son las personas que la viven. Es importante sentir compasión por ellas».

Si bien se trabaja en buscar soluciones más rápidas, se ha encontrado que entre 80 y 90 por ciento de los enfermos mejoran tras un año o dos años post infección.

Sin embargo, hay otras en las que los síntomas persisten, y es en las que se están enfocando los esfuerzos de ayuda.

El día a día parece ser complicado para algunos pacientes, pues es muy posible que un día tengan síntomas graves y al otro se sientan bien. 

«Es como una montaña rusa, algunos días son peores, otros días son mejores, pero algunas personas experimentan síntomas nuevos después de que la COVID apareció. Tan pronto tengamos más información y conozcamos más podremos entender el problema mucho mejor».

Finalmente, el doctor Bonilla llamó a todos a vacunarse, y a obtener el refuerzo a aquellos que ya tuvieron sus primeras dos dosis en aquellos que han sido inmunizados con la vacuna Moderna o Pfizer, o tras una dosis de J&J.

«Es importante protegernos, se ha encontrado que la vacunación disminuye los casos de Long COVID. Por favor, vacúnese».

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Pamela Cruz
Pamela Cruz
Jefa de Redacción de Península 360 Press. Comunicóloga de profesión, pero periodista y escritora por convicción, con más de 10 años de experiencia en medios. Especializada en periodismo médico y científico por Harvard y ganadora de la beca International Visitors Leadership Program del gobierno de EE. UU.

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