El proyecto Urban Heat Watch busca voluntarios en San Francisco para ayudar a crear nuevos mapas de calor del paisaje urbano mediante la instalación de sensores en sus vehículos.
La ciudad es una de las 14 que fueron seleccionadas para el proyecto cuyo objetivo es comprender mejor la relación entre el cambio climático, las temperaturas extremas, la salud pública y el entorno construido, según la oficina del administrador de la ciudad.
El proyecto está patrocinado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y permitirá a la ciudad medir cómo varían las temperaturas por vecindario en un esfuerzo por abordar las desigualdades de salud relacionadas con el calor extremo.
Así, se están reclutando alrededor de 50 voluntarios para colocar sensores en sus vehículos y conducir por rutas predeterminadas en la ciudad. Los sensores registrarán datos de temperatura y humedad que ayudarán a diseñar mapas de islas de calor urbano.
Los voluntarios interesados pueden registrarse dando click aquí.
«Sabemos que las condiciones de calor extremo y la mala calidad del aire causadas por el cambio climático pueden tener impactos perjudiciales en la salud y exacerbar las desigualdades de salud entre las comunidades de color y entre las personas médicamente vulnerables», dijo el director de salud de la ciudad, el doctor Grant Colfax.
El proyecto es una asociación entre varias agencias de la ciudad y dos organizaciones sin fines de lucro, Brightline Defense Project y NICOS Chinese Health Coalition.
«Nos unimos a este esfuerzo porque los desastres naturales como el calor extremo afectan de manera desproporcionada a las personas de color y las comunidades marginadas como las que residen en Chinatown», señaló en un comunicado de prensa Kent Woo, director ejecutivo de NICOS.
«Estamos orgullosos de asociarnos con la ciudad y el proyecto Urban Heat Watch para potenciar nuestra capacidad de monitorear y abordar los efectos del calor extremo».
La ciudad ha informado de un incremento de visitas a la sala de emergencias durante el calor extremo en comparación con otras partes del estado. Eso se debe a que las personas que viven en climas templados tienen más dificultades para soportar eventos de calor extremo que las personas que viven en climas más cálidos, según la oficina del administrador.
Los efectos pueden ser peores para las poblaciones vulnerables, incluidos los adultos mayores, los niños y las personas con problemas de salud preexistentes, así como para las personas que no pueden reubicarse fácilmente para encontrar un alivio temporal.
Según un informe de 2019 de la Escuela Pública de Salud de UC Berkeley, San Francisco tiene entre tres y seis eventos de calor extremo cada año. El cambio climático podría aumentar este tipo de eventos hasta 13 por año para finales de siglo.
Con información de Bay City News.
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