Si bien es cierto que es parte de la naturaleza del ser humano mostrar reticencia frente a nuevos tratamientos médicos, o al uso de mascarillas o vacunas, es necesario aprender de la historia y descubrir que, a veces, se deben hacer sacrificios en pro de un bien común y con ello avanzar en el camino a dejar atrás una pandemia como la que ahora vivimos.
Así lo señaló el director médico del Hospital Sequoia, Dieter Bruno, durante una sesión de preguntas y respuestas realizada por Casa Círculo Cultural, en donde apuntó que aquellos elegibles para una tercera dosis de la vacuna Pfizer contra el coronavirus, deben hacerlo.
«Hay diferentes razones para la tercera dosis de refuerzo», dijo, tal es el caso de aquellos que están inmunocomprometidos, así como para los de 65 años o más, y a quienes que por razones laborales están en mayor riesgo.
Durante el espacio «La Voz de Nuestras Raíces» el doctor precisó que la tercera dosis o el refuerzo de Pfizer se ha aceptado luego de que se encontró que, en ciertos grupos de individuos se detectó que la inmunidad de la vacuna disminuyó con el tiempo, y que por sus condiciones podrían ser más propensos a infectarse.
Aquellos que deben optar por una tercera dosis, explicó, son los trabajadores de la salud, bomberos, policías, personal de las instalaciones de enfermería, personas que están en la educación como maestros o personal en guarderías, o aquellos que trabajan en el sector de alimentos y trabajadores agrícolas.
Asimismo, funcionarios, trabajadores de correos, empleados en tiendas de comestibles, los que trabajan en el transporte público y otros más de la industria de servicios. «Hay un número de diferentes ocupaciones de riesgo que se beneficiarían de esto.
El doctor Dieter Bruno puntualizó que, en el caso de las mujeres gestantes, no hay diferencia, pues estas no necesitan un «booster» o refuerzo si no están dentro de los parámetros establecidos, ya sea por sistema inmunocomprometido o condición laboral.
Reiteró que las vacunas no previenen el contagio, pero si el que la gente muera debido a enfermedad severa por COVID-19, y de ahí la importancia de las primeras dos dosis en el caso de las vacunas Pfizer y Moderna, o una dosis para la de Johnson & Johnson.
Recientemente, la FDA ha autorizado una tercera dosis o «bosster» para la vacuna de Moderna, así como una segunda dosis en la de Johnson & Johnson, mientras que aún discute si autoriza la vacuna de Pfizer para niños de entre 5 y 11 años.
Recomendó también a las personas que no esperen a buscar una vacuna en específico, y obtengan la que se tiene «a la mano», pues la intención es estar prevenidos ante el avance de la variante Delta, la cual sigue avanzando.
Sin embargo, dijo, si bien es cierto que la decisión de aplicarse o no una vacuna es personal, las mutaciones del virus seguirán avanzando a medida que haya gente que no opte por lo que hasta el momento, es la única manera de parar un virus con el cual no sabemos por cuánto tiempo más tendremos que convivir.
«No lo sabemos porque todavía estamos tratando con una vulnerabilidad fundamentalmente por el hecho de que todavía hay un número de personas que no están vacunadas. Esto le da al virus la capacidad de mutar más fácilmente, así es que si se va o no en un año o dos, o si será estacional como la gripe, tal vez necesitaremos diferentes tipos de refuerzos, pero esta situación aún está por verse», dijo.
Ante ello, aclaró que vacunarse contra otras enfermedades como la neumonía, no ayuda a evitar contagios por COVID-19, ni tampoco a que los síntomas sean menos graves.
«Hay realmente muy pocas razones para no ser vacunado en este momento, tan solo algunas muy pocas condiciones médicas donde la vacunación podría ser peligrosa, pero esos son muy limitados», subrayó.
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