miércoles, diciembre 18, 2024

Niñas adolescentes de EE. UU. experimentan mayor tristeza y violencia

Niñas adolescentes de EE. UU. experimentan mayor tristeza y violencia
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Según nuevos datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ‒ CDC, por sus siglas en inglés‒, casi 3 de cada 5 ‒57 por ciento‒ de las niñas adolescentes de EE. UU. se sintieron persistentemente tristes o sin esperanza en 2021, el doble que los niños, lo que representa un aumento de casi el 60 por ciento y el nivel más alto informado durante la última década.

Así lo señala un nuevo estudio de la agencia federal, el cual también señala y confirma la angustia extrema y continua entre los adolescentes que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o queers ‒LGBQ+‒.

Y es que, si bien todos los adolescentes reportaron crecientes problemas de salud mental, experiencias de violencia y pensamientos y comportamientos suicidas, a las niñas les fue peor que a los niños en casi todas las medidas. 

«La escuela secundaria debería ser un momento para abrir camino, no para el trauma. Estos datos muestran que nuestros niños necesitan mucho más apoyo para sobrellevar la situación, tener esperanza y prosperar», refirió Debra Houry, directora médica y directora adjunta de Programas y Ciencias de los CDC. 

«Los programas escolares de prevención comprobados pueden ofrecer a los adolescentes un salvavidas vital en estas crecientes oleadas de trauma», agregó.

El nuevo análisis incluye datos y tendencias de 2021 de la Encuesta de comportamiento de riesgo juvenil ‒YRBS, por sus siglas en inglés‒, que examina los comportamientos y experiencias de salud entre los estudiantes de secundaria de EE. UU. 

De acuerdo con los datos, la salud mental de los jóvenes ha seguido empeorando, con aumentos particularmente marcados en los informes generalizados de experiencias dañinas entre las adolescentes.

Y es que, señala la investigación, casi 1 de cada 3 ‒30 por ciento‒ consideró seriamente intentar suicidarse, casi un 60 por ciento más que hace una década; mientas que 1 de cada 5 ‒18 por ciento‒ experimentó violencia sexual en el último año, un aumento del 20 por ciento desde 2017, cuando los CDC comenzaron a monitorear esta medida.

En tanto, más de 1 de cada 10 ‒14 por ciento‒ se había visto obligado a tener relaciones sexuales alguna vez, un 27 por ciento más desde 2019 y el primer aumento desde que los CDC comenzaron a monitorear esta medida.

El informe también encontró que más de la mitad ‒52 por ciento‒ de los estudiantes LGBQ+ habían experimentado recientemente problemas de salud mental y, de manera preocupante, más de 1 de cada 5 ‒22 por ciento‒ intentó suicidarse el año pasado. 

Sin embargo, los datos de tendencias no están disponibles para los estudiantes que se identifican como LGBQ+ debido a cambios en los métodos de encuesta.

Los hallazgos por raza y etnia, precisa el texto, también muestran niveles altos y cada vez peores de tristeza persistente o desesperanza en todos los grupos raciales y étnicos; y que los intentos de suicidio informados aumentaron entre los jóvenes afrodescendientes y los caucásicos.

«Los jóvenes están experimentando un nivel de angustia que nos exige actuar con urgencia y compasión», explicó la directora de la División de Salud Escolar y Adolescente de los CDC, Kathleen Ethier. «Con los programas y servicios adecuados, las escuelas tienen la capacidad única de ayudar a nuestros jóvenes a prosperar».

En ese sentido, los CDC precisaron que las actividades escolares pueden marcar una gran diferencia en la vida de los adolescentes con una infusión relativamente pequeña de apoyo a las escuelas, pues más del 95 por ciento de los jóvenes estadounidenses pasan gran parte de su vida diaria en instituciones educativas. 

Si bien su objetivo principal es el aprendizaje académico, las escuelas pueden tomar medidas basadas en evidencia para fomentar el conocimiento, las habilidades y el apoyo necesarios para ayudar a prevenir y reducir el impacto negativo de la violencia y otros traumas y mejorar la salud mental. Por ejemplo, adultos seguros y confiables, como mentores, maestros capacitados y personal, pueden ayudar a fomentar la conexión escolar., para que los adolescentes sepan que las personas que los rodean se preocupan por ellos, su bienestar y su éxito, precisa el estudio.

A ello, agregó que las escuelas pueden brindar educación que equipe a los adolescentes con habilidades esenciales, como comprender y garantizar el verdadero consentimiento sexual, controlar las emociones y pedir lo que necesitan. Las escuelas también pueden conectar a los adolescentes con sus compañeros de clase y comunidades a través de clubes escolares y alcance comunitario.

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Pamela Cruz
Pamela Cruz
Jefa de Redacción de Península 360 Press. Comunicóloga de profesión, pero periodista y escritora por convicción, con más de 10 años de experiencia en medios. Especializada en periodismo médico y científico por Harvard y ganadora de la beca International Visitors Leadership Program del gobierno de EE. UU.

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