Pamela Cruz. Península 360 Press [P360P].
El uso de pruebas rápidas, los avances en tratamientos antivirales y una vacuna contra la COVID-19 harán que la sociedad pueda confiar, nuevamente, en el gobierno, las aerolíneas y viceversa; con con ello, se espera que se reactive la migración y la movilidad, planteó el presidente emérito del Instituto de Política Migratoria, Demetrios G. Papademetriou.
El autor del informe «Manejo de la pandemia y sus secuelas», indicó que la COVID-19 –que se ha convertido en la más devastadora en un siglo–, vino a cambiar algunos de los paradigmas que había en términos de migración, fronteras y materia económica.
Y es que, apuntó a que la movilidad global llegó a cero a causa de la COVID-19; es decir, que se detuvo completamente luego de la primera fase de la pandemia ocuirrida en marzo y continuase hasta agosto y septiembre de este año. Más de 70 países continúan con sus fronteras cerradas, particularmente en países de Europa.
Sin embargo, en otras partes del mundo hubo una tentativa de reabrir fronteras y, como resultado de ello, la migración, la reubicación de refugiados, así como ofrecer o aceptar peticiones de asilo empezaron a fluir de nuevo desde el mes de octubre.
«A la mayoría de los países les está yendo muy mal y los desafíos que estamos enfrentando son el cómo podemos reabrir la economía, el cómo podemos lentamente abrir las fronteras, el cómo volveremos a tener algún tipo de movilidad mientras nos protegemos nosotros y a nuestra población del efecto devastador de ese virus en particular», subrayó el experto.
Y es que, luego de casi 58 millones de casos por COVID-19 en el mundo y más de 1 millón 376 mil muertes, es imperativo que la población sea consciente de que, más allá de la política, son las acciones de la sociedad las que permitirán dominar la pandemia, reabrir las fronteras e impulsar la economía.
Durante la sesión virtual «A medida que la migración mundial se desploma: ¿cómo se reabrirán las fronteras y se reiniciarán las economías?», llevada a cabo gracias a Ethnic Media Services, el especialista apuntó que, para suerte de EE. UU., pronto tomará posesión una nueva administración, la cual será más directa con los ciudadanos sobre lo que se debe hacer para combatir al SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que causa la enfermedad COVID-19.
Papademetriou explicó que, además de las medidas de sanidad, es esencial que la sociedad preste mucha atención a la comunidad científica para tomar decisiones informadas.
Como referencia, señaló que Taiwán ha sido ejemplo de disciplina, pues su población ha demostrado que, pese a la pandemia, se puede cohabitar con el virus. «Es una sociedad diferente, ellos son más disciplinados. La gente tiene habilidad para seguir las medidas y las reglas».
Cabe resaltar que Taiwán tiene una población de 23.57 millones de personas. Hasta el momento, se han detectado 611 casos de COVID-19 y, derivado de ello, se lamentan 7 fallecimientos, lo que significa una tasa de letalidad de tan sólo 1.14 por ciento.
El doctor en políticas públicas y Relaciones Internacionales dijo que «es importante entender que no hemos tomado el control de la pandemia; han existido algunas buenas noticias de la semana pasada por las vacunas que se están desarrollando… los investigadores de éstas van a pedir el derecho de distribuirlas de emergencia y esperemos que eso pase; sin embargo, el tiempo entre la obtención de dicha licencia y el tiempo en que la población tenga acceso a estas vacunas va a ser de entre seis y ocho meses».
Ante ese clima, detalló que este invierno y la primavera de 2021 serán difíciles, en especial para todos aquellos países que están viendo un alza en el número de casos y, por ende, en el número de fallecimientos a causa del virus.
Lo anterior no se reducirá, dijo, «a menos que tomemos el tipo de medidas generalizadas que son las que lograrán hacer una diferencia, como el uso del tapabocas y evitar las multitudes, incluyendo aquellas que van más allá de reuniones familiares», precisó.
Advirtió oportunamente que se acerca «el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, y diversas fiestas en otros lugares, por lo que vamos a tener un resurgimiento de este virus».
En ese sentido, refirió que, si algo se ha aprendido sobre pandemias anteriores es que más del 50 por ciento de los fallecimientos ocurre en la segunda fase de la enfermedad, por lo que es necesario cuidarse más.
«Nosotros tenemos que cuidar de nuestra familia y poner en práctica lo que sabemos que puede hacer la diferencia. No importa quiénes sean nuestros líderes políticos, lo que hayan hecho o dejado de hacer. Las personas que están a cargo de la crisis, así como su recurrencia somos nosotros, la gente. No estamos escuchando a los expertos, estamos rompiendo las reglas».
Al respecto, destacó que existe una narrativa opositora que piensa que «esto tiene que ver con la libertad, grupos de personas que se dicen estar fatigados, cansados y enfadados –por las medidas emergentes–, y les preocupa que los gobiernos dicen una cosa u otra, y eso les ha afectado también. Es esencial que nosotros nos alejemos de esa narrativa, debemos dejar esas tonterías de lado. Las reglas son simples: hay que cuidarse».
Finalmente, señaló que es momento de agradecer a todos las personas migrantes, aquellas que, sin importar cómo llegaron al país, han sido han sido personajes clave en la lucha contra esta pandemia, pues realizan trabajos esenciales, ya sea como cuidadores, enfermeros, médicos y jornaleros, entre muchas otras labores.
Por su parte, el periodista y editor de Tijuanapress.com, Vicente Calderon, señaló que el presidente electo, Joe Biden, enfrentará una dura tarea en temas de movilidad, migración y economía, pues países de Centroamérica, entre otros, ya resienten en su economía por los estragos de la COVID-19.
Lo anterior, señaló, se une al aumento en la inseguridad de muchos de esos países, lo que podría derivar en un aumento de inmigrantes y solicitudes de refugio para la unión estadounidense, mientras que todas estas personas esperan en la frontera norte de México para entrar a Estados Unidos, ya sea de manera legal o indocumentada.
Al respecto, indicó que la pandemia por COVID-19 fue el pretexto perfecto para que la administración del presidente Donald Trump extremara sus políticas migratorias y, con ello, se viviera un aumento en el número de agentes en la frontera, así como más recursos para el muro.