Último adiós a la maestra Mila en Moss Beach

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Anna Lee Mraz Bartra. Península 360 Press [P360P].
Foto: Manuel Ortiz.

Half Moon Bay.— «Mila», se leía su nombre en la arena. Letras armadas por montículos de flores de cempasúchil con detalles de rosas rojas y rosadas. Su vida fue una entrega a los demás. 

Milagro del Carmen Orantes Dheming, conocida como «Mila» por amigos y familiares, fue una maestra de primaria, una maestra de maestros, una amiga, madre, abuela y madre «del alma» para muchos.

Foto: Manuel Ortiz.

Milagro Orantes fue una de las pioneras del plan de estudios bilingüe del Distrito Escolar Unificado de Fremont. Enseñó el programa de inmersión español-inglés en la escuela primaria John Blacow durante más de 40 años y fue reconocida como maestra bilingüe en 2009 en la conferencia de la Oficina de Educación del Condado de Alameda.

Foto: Manuel Ortiz.

Se jubiló de la enseñanza en 2019 de Fremont a la joven edad de 80 años. Instruyó a miles de estudiantes durante su carrera docente y, a medida que crecía en su carrera profesional, también preparó y fue mentora de otros maestros.

En su jubilación, disfrutaba de excursiones de fin de semana en la costa, de buenas comidas en restaurantes y estaba deseando viajar al extranjero tan pronto como algunas de las restricciones por COVID-19 comenzaran a mejorar.

Foto: Manuel Ortiz.

Lamentablemente y de forma trágica, su jubilación se vio truncada por un procedimiento médico que no salió como estaba previsto.

El domingo, 30 de agosto, entre árboles y con el océano como testigo en la playa de Moss Beach, la familia de Mila, sus amigos más cercanos, exalumnos y líderes comunitarios, se reunieron para darle su último adiós alrededor de su retrato.

Foto: Manuel Ortiz.

El sendero de la playa Moss Beach era uno de los lugares favoritos de Mila, por lo que, con el corazón estrujado, las congregadas caminaron juntos por el bosque y a lo largo de la playa, dejando pétalos de sempasúchil por el sendero para desearle una partida ligera mientras realizaron una de sus cosas favoritas: una caminata por la costa.

Arturo Samoaya, hijo de Mila. Foto: Manuel Ortiz.

Al terminal el sendero, la congregación bajó a la playa donde se despidieron entre cantos, rezos y lágrimas de dicha extraordinaria y enérgica mujer, mientras su hijo, Arturo Samayoa, junto con el nieto y la nieta de Mila, la devolvieron al mar arropada en una urna de sal.

Foto: Manuel Ortiz.

Mila será extrañada por su familia, sus amigos y los miles de alumnos y cientos de profesores a los que enseñó y ayudó. Ella seguirá viva a través de sus vidas.

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