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miércoles, mayo 8, 2024
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Brasil: polarización y tensa calma

Las urnas electorales en Brasil abrieron a las 8:00 horas y desde ese momento hasta el cierre, la gente no dejó de asistir a emitir su voto en un contexto de polarización y expectativa. 

En los colegios electorales resultaba muy fácil imaginar el voto de las personas: los simpatizantes de Luíz Inácio Lula da Silva asistieron vestidos de rojo, el color del Partido de los Trabajadores que fundó el candidato, y los simpatizantes de Jair Bolsonaro, actual presidente, portaban banderas, playeras o distintivos con la bandera de Brasil. Bolsonaro ha hecho casi un logo personal la bandera nacional. 

urnas electorales en Brasil
Foto: Ingrid Sánchez. Península 360 Press – Global Exchange

Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, está inundada de edificios de hasta 20 pisos de altura. Al mirar hacia arriba es posible ver en las ventanas banderas rojas o banderas de Brasil. Pequeños toques de color enmedio del cemento. 

«Había una expectativa muy grande de que hubiera violencia política, pero ha sido un día muy tranquilo. Venimos vestidos así y hemos visto personas con playeras rojas o de Brasil, pero está muy tranquilo», dice Mateo, vestido con una playera que dice «Lula» a las afueras de una casilla electoral en Sao Paulo. 

Kirna, Ruth y Pilar son chilenas, viven desde hace 37, 42 y 47 años en Brasil, respectivamente. Tienen puestos de venta de zapatos, artesanías y recuerdos en el Parque República, en el centro de la ciudad. Sus opiniones son diversas. 

«La izquierda y la derecha ha sido igual aquí. Gane quien gane yo mañana también voy a tener que salir a trabajar», dice Kirna, originaria de Concepción. 

Después de algunos minutos y de observar las reacciones que producían sus comentarios, cada vez más aventurados, Pilar y Kirna lo confiesan: «si pudieran votar, elegirían a Bolsonaro». 

«Es que no lo dejaron gobernar. No es una dictadura y él no podía hacer nada. Le echaban la culpa de todo. Si llovía, decían que era su culpa y luego el Congreso no lo dejaba hacer nada», cuestiona Pilar con indignación. 

«Todos son iguales, aunque la izquierda es peor, la izquierda ha sido una mierda», defiende Kirna y poco después se explaya en su postura: se necesitan dictadores para que puedan hacer cambios en el gobierno porque los Congresos siempre impiden las transformaciones. 

«Ella es petista», afirma Kirna mientras señala a Ruth, sentada un poco más lejos y resolviendo una sopa de letras. Kirna se colocó una calcomanía de Lula en la suela del zapato que cuando le pregunten su opinión, pueda pisotear la imagen del izquierdista. Ruth le manda besos al pie de Kirna cuando levanta la pierna para mostrar su mini performance mientras todas ríen. 

Pero en otros sectores o zonas, las discusiones políticas no terminan con besos y risas. Dos hombres caminan por la avenida Ipiranga, pasan a lado de un hombre sin techo y en cuanto él nota las calcomanías con la cara de Lula empieza a gritarles groserías ininteligibles. 

Los bolsonaristas también salieron a manifestarse de manera masiva en distintas partes de la ciudad y nadie puede afirmar con seguridad si en Sao Paulo ganará Lula o  Bolsonaro. 

urnas electorales en Brasil
Foto: Ingrid Sánchez. Península 360 Press – Global Exchange

Entre las personas en situación de calle las opiniones también son disímiles. En «Cracolandia», como se conoce a la zona de la ciudad en donde están congregados gran parte de los indigentes y adictos al crack se escucharon durante el día explosiones espontáneas de gritos en apoyo a Lula. 

«¡Lulala! ¡13! ¡13! ¡13! ¡13!», empieza a gritar alguien y la reacción es inmediata: el hombre que hurgaba en la basura levanta la cabeza y agita el brazo. Una mujer se asoma por la ventana de una casa que parece abandonada y ondea una tela de color rojo. Incluso los que consumen crack se detienen a escuchar y algunos arengan en favor de Lula. 

Cuando los gobiernos de izquierda han gobernado la ciudad, las políticas hacia la población en situación de calle ha sido de brazos abiertos: se les colocan albergues permanentes en donde se les permite pernoctar, bañarse y comer. Con la derecha se han implementado operativos más duros de desalojo y demolición de edificios en ruinas para expulsarlos de las zonas en las que merodean. 

La tensión aumenta conforme pasan las horas. Tanto bolsonaristas como simpatizantes de Lula se han dado cita en la avenida Paulista para festejar o manifestarse por la victoria o la derrota de su candidato. Mientras tanto, el mundo mira.

Esta nota se realizó con el apoyo de la organización Global Exchange en colaboración con Península 360 Press.

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Ingrid Sánchez
Ingrid Sánchez
Periodista y latinoamericanista. Ha trabajado en temas de movimientos sociales, género y violencia.

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