Son ya dos meses desde que migr a la Ciudad de Nueva York. Desde adolescente lo so y hace cerca de tres as, cuando todas las puertas se me empezaron a cerrar en M ico, comenc a decretarlo: todos los d s, a determinada hora ?siempre la misma?, me repet en voz alta que iba a vivir en esta ciudad? hasta que sucedi
La persecuci que sufr en mi pa ?y que me acompa a cualquier lugar a donde voy? me obliga a ser cauta y no revelar co todo se conjuntpara hacer posible este sue y otro por el cual se me va la vida: escribir. So dir ahora, cuando una cursiler impaciente se apodera de m y ni modo, la voy a dejar salir, que los astros se alinearon y aqu estoy, cumpliendo dos meses de haber llegado, con una maleta pesad ima y poco dinero, sin saber muy bien a qu me iba a enfrentar pero con toda la emoci que pod caber en este peque pero bien dado y bien vivido cuerpo m .
Puse el cuerpo, s Le puse cuerpo a mi sue. A mi edad y con la incertidumbre de no tener ahorros para mantenerme a flote si algo fallaba, para mantener a mi hija all en nuestro pa ?a ella, que dice que no quiere emigrar?. Lo hice porque sent que si no lo hac me iba a asfixiar el arrepentimiento. Lo hice porque el tiempo pasa, y el muy ingrato lo hace cada vez m rido cuando te diviertes ?como dice la canci?, pero tambi , y sobre todo, cuando empiezas a envejecer.
Vine, pues, y este cuerpo m ?el f ico, pero tambi el de la escritura?, se encontrcon una ciudad en alto contraste, como uno de esos carteles disidentes de los as sesenta: los rascacielos, las marcas, los autos y las tiendas m lujosas del mundo conviven en este espacio densamente poblado con las miles de ratas y cucarachas que pasean felices e impunes por sus calles, con la basura acumulada en bolsas plticas y con los homeless que han perdido la conexi con la realidad o quizso han creado otra para poder sobrevivir. Nueva York huele a mota, a basura y a pip y estos d s a calabaza. Es una sera elegante, que siempre va a la moda, usa ropa de disedor y las joyas m caras, pero no se ba.
Es la ciudad, tambi , en la que no importa co vayas vestida, qu edad tengas, a qui tomes de la mano o con qui fajes en la banca de un parque, nadie se te quedarmirando. Es la ciudad en la que bailar con una chica 20 as menor que t