By Eli Bartra and Liliana Elvira Moctezuma.
PRESENTACI
En esta bien funesta oca que estamos viviendo se habla de LA pandemia todo el tiempo. Pero es necesario pensar que hay m de una: en M ico la pandemia del feminicidio crece cada d . Desde luego que llamarlo pandemia es un tanto metafico pues el concepto mismo significa que ataca a todo el pueblo, en un plano global, y no como en este caso, que solo afecta a las mujeres.
Un feneno similar sucede cuando se habla del holocausto. Genocidios, holocaustos ha habido muchos, por docenas a lo largo de la historia y en todo el mundo: no existe solamente el de los jud s por los nazis. Se dieron las invasiones mongolas en el siglo XIII, que dejaron unos 11 millones de muertos; las conquistas musulmanas en India en el siglo XV produjeron 400 millones de muertos y se le ha denominado el mayor genocidio existente; es decir, la India sufrigenocidios, holocaustos, por parte de abes, turcos, mongoles, entre otros, durante 800 as. A finales del siglo XIX, en el Congo, el colonialismo belga extermina 10 millones de personas. A principios del siglo XX tenemos el holocausto del pueblo armenio por parte de Turqu en el que murieron unos 2 millones de personas. Y no hay que olvidar el holocausto sovi ico estalinista (1924-1953) contra el pueblo ucraniano, y dem purgas y atrocidades, que cobrunos 5 millones de vidas.
El feminicidio no es un feneno nuevo. Lo que s es relativamente nuevo es el concepto y las proporciones. El de las mujeres violentadas tampoco lo es, quizson tan antiguos como la humanidad misma.
A pesar de que la violencia hacia las mujeres ha existido a lo largo de mucho tiempo en M ico, ha sido prticamente invisible e incluso naturalizada. Adem, las mujeres llevan aproximadamente 100 as con acceso a la educaci y a la creaci art tica, por lo que dif ilmente los hombres lo iban a hacer visible, a menos que fuera para plasmar algunos hechos espec icos, como lo hizo Jos Guadalupe Posada. Empieza a expresarse despu de la Revoluci Mexicana con una influencia clara del grabador, como en los casos de Isabel Villaser y Frida Kahlo.
Como podr ver en los ejemplos que hemos seleccionado de prticas art ticas del M ico contemporeo, la imagen de la violencia contra las mujeres ha estado presente a partir de esa oca, en unas expresiones m y en otras menos.
Sin af de comparar, mostraremos obras tanto de hombres como de mujeres, que hemos considerado significativas por su poder est ico, con el fin de dar luz sobre sus diferencias gen icas.
Una de las principales representaciones de violencia hacia las mujeres en el arte es, sin duda, el feminicidio. Esto es as seguramente por brutal, por extremo? los golpes, con frecuencia, tienen soluci, la muerte, no, el feminicidio, tampoco. El arte que plasma o denuncia el problema de la violencia hacia las mujeres tiene la intenci de provocar incomodidad y, algunas veces, empat . Incomodidad cuando se muestran expl itamente escenas de violencia o elementos que nos remiten a las mujeres maltratadas o incluso asesinadas. Empat , cuando nos recuerda a algunas que ya no est debido a situaciones de violencia.
Puesto que el arte popular tiende a realizarse para un mercado muy particular, si se plasmaran situaciones de violencia quizser m complicado comercializarlo. Muchas veces el arte popular tiende a presentar temas repetitivos en donde este tipo de hechos violentos y su denuncia tienen poca cabida. Sin embargo, es probable que si las artistas populares tuvieran m libertad creativa, podr ser entonces un tema recurrente dado que, lamentablemente, el hecho de ser mujer en M ico implica, casi necesariamente, haber sufrido alg