En las últimas semanas, se ha reportado un pico en los casos de COVID-19 en niños. Las cifras registran más de 10 millones de infantes positivos al virus, con un aumento del cinco por ciento en todas las hospitalizaciones y casi el dos por ciento en todas las muertes.
De acuerdo con estos datos, expertos discuten si Ómicron aumenta la incidencia de COVID-19 en niños.
Si bien hasta hace poco parecía que los niños no se veían tan afectados por la pandemia, desde que la variante Delta se hizo prominente y más recientemente Ómicron, eso ha cambiado completamente.
«Ómicron es altamente transmisible, mucho más que Delta, con una tasa de replicación más alta. Eso significa que si alguien en el hogar está enfermo, es más probable que se lo transmita no sólo a uno, sino quizás a ambos niños y viceversa», explicó la doctora Priya Soni, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del Centro Médico Cedars Sinai.
La razón por la que los casos de COVID-19 en niños ha ido en aumento, se debe, dicen los expertos, a una serie de factores multifacéticos, entre ellos, la alta transmisibilidad de la variante Ómicron, por lo que, en sesión con medios de comunicación, realizada por Ethnic Media Services, respondieron a preguntas frecuentes e inquietudes por parte de padres de familia.
P: En lo que se refiere al COVID-19 en niños, ¿a qué síntomas deben estar atentos los padres?
La doctora Manisha Newaskar, neumóloga pediátrica del Stanford Children’s Health, señaló que «algunos de los síntomas comunes (de COVID-19 en niños) que vemos son fiebre y escalofríos, dolor de garganta, congestión y secreción nasal, dolores musculares o corporales, tos leve, incluso dolor de cabeza y fatiga, y algunas personas también experimentan pérdida del gusto o del olfato».
Asimismo, dijo, «náuseas, vómitos y diarrea son algunos de los síntomas que ameritan atención médica inmediata e incluyen mareos, dolor en el pecho o presión que simplemente no desaparece. También dificultad para respirar o falta de aire, dolor abdominal intenso, confusión y dificultad para mantenerse despierto. Y si los padres ven una decoloración azulada en la cara y los labios del niño, entonces deben buscar atención médica de inmediato».
A su vez, subrayó que la mayoría de los niños que se enferman con el virus SARS-CoV-2 tendrán síntomas leves y se recuperarán. Sin embargo, ha visto que muchos niños por su gravedad necesitan ser hospitalizados.
Aquellos, refirió, con una condición médica subyacente, son más propensos a enfermarse. «Pero hemos visto incluso niños previamente sanos que se ponen muy, muy enfermos. El síndrome inflamatorio multisistémico en los niños es una condición en la que múltiples órganos del cuerpo están inflamados y esta es una condición en la que hemos visto que los niños requieren se hospitalizados».
En los peores casos de COVID-19 en niños, dijo, se han visto neumonía severa e insuficiencia respiratoria, que han terminado con soporte ventilatorio y en algunos casos fallo multiorgánico.
P: ¿Cuál es el impacto en las familias cuando un niño tiene COVID? Y ¿cuándo tienen que estar en cuarentena o peor aún, tienen que ser hospitalizados?
El doctor José Luis Pérez, director Médico del South Central Family Health Center, refirió que el hecho de que los niños que han resultado positivos a COVID-19 deben estar en casa, pone una gran carga en los padres, ya que ellos no pueden tomar tiempo libre.
«Están lidiando con los niños, teniendo que quedarse en casa, y nuestros padres están agotados. Nos ocupamos de eso todos los días. Nuestro Departamento de Salud Mental ha estado realmente muy ocupado cuidando de los padres y los niños con un mayor riesgo de ansiedad y depresión debido a la preocupación continua», dijo.
Ante la realidad de que Ómicron aumenta la incidencia de COVID-19 en niños, las vacunas siguen siendo la mejor opción para combatirla.
P: Actualmente, solo el 18 por ciento de los niños elegibles están vacunados. ¿Qué les diría a esos padres que luchan por vacunar o no a sus hijos contra el covid-19?
El doctor Pérez destacó que «el arma más grande que tenemos es la educación: hacerles saber a los padres que los científicos y médicos y todos los niveles del sistema de atención médica en los Estados Unidos están tomando las máximas precauciones para asegurarse de que esta vacuna sea efectiva y segura para su hijo».
Y es que, señaló, los padres constantemente se preguntan «¿Es seguro darle esta vacuna a mi hijo? Con la información deficiente que existe, especialmente en las redes sociales, cosas como “la vacuna COVID causa infertilidad”, puede provocar dudas en los padres».
Por su parte, la doctora Soni precisó que «este virus y la vacuna se han estudiado más que cualquier otra infección o patógeno en la historia. Hemos tenido un lanzamiento muy exitoso en el grupo de cinco a 11 años. Se han administrado más de ocho millones de dosis en este grupo de edad sin señales importantes de riesgo. Creo que eso debería ser realmente tranquilizador para los padres».
En ese sentido, David Román, director de Desarrollo y Comunicaciones del Centro de Salud Familiar Sur Central, y quien tiene a su primer hijo con 13 meses de edad, explicó que llevar a su hijo a la guardería, todos los días, es un acto de fe, pero tenemos la esperanza de que otros padres hayan hecho lo responsable para que se vacunen, que todo el personal haya sido vacunado».
«Lo que todos compartimos uniformemente como padres es que nuestros hijos tienen menos de 5 años y no pueden vacunarse en este momento. Así que sientes más presión como padre, porque no puedes vacunar a tus hijos, aunque quisieras».
Y es que, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció el 11 de febrero que pospondría su decisión de autorizar la vacuna de Pfizer para niños menores de 5 años. Decisión que ha sido devastadora para muchos padres de familia ante el incremento de casos en niños.
Volver a clases de manera segura luego de que Ómicron aumenta la incidencia de COVID-19 en niños.
P: ¿Qué variables jugarán un papel importante para mantener abiertas las escuelas en California? ¿Y cómo mantenemos al mínimo la transmisión en los salones de clase?
La doctora Soni explicó que una de las medidas de seguridad es la ventilación, la cual, dijo, no ha sido tomada tan en cuenta como el uso de la mascarilla o la higiene de las manos.
«Nosotros, por supuesto, sabemos la importancia y el significado de eso, pero eso, junto con la capacidad de vacunar a nuestros niños de cinco a 11 años, ha jugado un papel muy importante aquí en Los Ángeles».
Si bien muchos condados están abriendo sus restricciones y permitiendo que se quiten las máscaras, excepto para las escuelas K a 12, la decisión se revisará a fines de este mes.
P: ¿Cómo hacemos que nuestros hijos regresen a la escuela de manera segura sin usar mascarillas?
La doctora Newaskar consideró que se debe continuar con el uso de mascarillas en la escuela hasta que la mayoría de los niños en el país estén vacunados. «Tenemos que continuar con estas medidas de mitigación, y lo recomendaría encarecidamente a mis pacientes».
Para el doctor Pérez, «la realidad es muy importante. No estamos tratando de alcanzar la infectividad cero: eso es imposible. Entonces, siempre que entendamos eso, el beneficio de quitarles las mascarillas a los niños es importante debido al aspecto social. Y el aspecto psicológico de estar en la escuela tiene que equilibrarse con el hecho de que vamos a tener más contagios».
Sin embargo, subrayó que, con las vacunas y los tratamientos actuales, se minimizan las hospitalizaciones, la morbilidad y mortalidad por el virus.
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