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viernes, mayo 3, 2024
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¿Cómo afectan las redes sociales a nuestros adolescentes?

Cómo afectan las redes sociales a nuestros adolescentes
Por Pamela Cruz. Península 360 Press [P360P]

La vida tecnológica crece a ritmo  acelerado. Las redes sociales juegan un papel central en la vida de los adolescentes que los llevan a nuevos desafíos. La investigación está comenzando a descubrir cómo estas experiencias específicas pueden influir en su salud mental.

Las tecnologías digitales se han convertido en una característica universal de la vida de los jóvenes. La exposición a las pantallas comienza temprano en la vida, y los niños estadounidenses menores de dos años pasan un promedio de 42 minutos al día con los medios de pantalla, de acuerdo con un censo realizado en Common Sense en San Francisco. 

Cuando los niños llegan a la adolescencia, la mayoría está completamente inmersa en un mundo de teléfonos inteligentes, computadoras y redes sociales. Estadísticas recientes representativas a nivel nacional sugieren que el 95 por ciento de los adolescentes de 13 a 18 años tiene acceso a un teléfono inteligente y el 88 por a una computadora de escritorio o portátil en casa.

Hasta 2018, 45 por ciento de los adolescentes de EE. UU. Informaron que estaban en línea «casi constantemente», en comparación con el 24 por ciento sólo tres años antes, de acuerdo con un estudio del Pew Research Center.

La omnipresencia de los nuevos medios ha creado un entorno cada vez más complejo para que naveguen los jóvenes, los padres, los proveedores de atención médica y los creadores de políticas.

Adolescentes y un panorama mediático caótico

El panorama actual de los medios de comunicación es más amplio y diverso que nunca, y los jóvenes tienen acceso a un volumen sin precedentes de contenido digital en numerosos dispositivos. 

Las redes sociales representan un componente central de este panorama. En términos generales,  se definen como cualquier herramienta o aplicación digital que permita a los usuarios interactuar socialmente, y se puede distinguir de los medios tradicionales ‒por ejemplo, la televisión‒ por el hecho de que los usuarios pueden consumir y crear contenido. 

Los «social media » pueden incluir sitios de redes como Instagram, Snapchat, Facebook, TikTok, y Twitter, entre otros, además de mensajería de texto y aplicaciones de mensajería, herramientas de juegos sociales, YouTube y más. 

La adolescencia representa un período de mayor riesgo de aparición de enfermedades mentales, con casi 1 de cada 5 adolescentes que padecen un trastorno mental diagnosticable según la revista médica Psiquiatría Social y la Epidemiología Psiquiátrica.

Y es que, la incidencia de ciertos problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, ha aumentado significativamente entre los adolescentes en los últimos años, y las tasas de suicidio entre los jóvenes de 10 a 24 años han crecido un 56 por ciento entre 2007 y 2017 de acuerdo con datos de los CDC.

Dado que este aumento ha coincidido con la adopción generalizada de las redes sociales, esto ha generado preocupación sobre un posible vínculo. Además, el uso de la tecnología tiende a aumentar en el transcurso de la infancia, y los adolescentes utilizan los nuevos medios, y las redes sociales en particular, a tasas más altas y con mayor frecuencia que los niños más pequeños. 

Casi todos los adolescentes de 13 a 17 años usan redes sociales. Los sitios más populares son YouTube, 85 por ciento; Instagram, 72 por ciento; Snapchat, 69 por ciento, y Facebook , 51 por ciento, señala el mismo estudio del Pew Research Center.

Sin embargo, con frecuencia se introducen nuevas plataformas como TikTok  que han ganado terreno rápidamente entre los jóvenes.

Además, las redes sociales pueden atraer de manera única a los adolescentes dadas las características de este periodo de desarrollo, lo que los hace particularmente susceptibles tanto a las oportunidades como a los riesgos de las nuevas tecnologías, señala un artículo médico de la Universidad de Carolina del Norte. 

Durante la adolescencia, el rápido desarrollo de los circuitos socioafectivos del cerebro puede aumentar la sensibilidad a la información social, y con ello el impulso por las recompensas sociales y la preocupación por como son evaluados y juzgados por otros como ellos. 

Las tareas importantes del desarrollo de la adolescencia incluyen el establecimiento de relaciones íntimas con los compañeros, el aumento de la independencia de los adultos y la exploración de la identidad. 

Las redes sociales ofrecen un contexto privilegiado para navegar por  formas nuevas y cada vez más complejas pues los «contactos» están constantemente disponibles, la información personal se muestra pública y permanentemente, y la retroalimentación cuantificable de los compañeros se proporciona instantáneamente en forma de «me gusta» y «vistas», revela un estudio psicológico.

¿Qué tan profundo es el impacto? 

La investigación sobre las redes sociales y la salud mental de los adolescentes ha proliferado en los últimos años, y muchos estudios exploran si el uso más frecuente de las redes sociales se asocia con diversos problemas de salud mental, incluida la depresión, los problemas de imagen corporal y los trastornos alimentarios, y externalización de problemas. 

En general, los hallazgos de estos estudios se han mezclado, y muchos revelan un efecto negativo pequeño pero significativo del uso de las redes sociales en la salud mental. 

El uso de las redes sociales puede tener efectos positivos o negativos en el desarrollo de los jóvenes. Las redes sociales comprenden una amplia gama de herramientas digitales y, por lo tanto, caracterizar su efecto general en los jóvenes sigue siendo un desafío. 

Primero, es importante comprender las fortalezas y vulnerabilidades individuales que pueden predisponer a ciertos adolescentes a interactuar y responder a las redes sociales de manera adaptativa o desadaptativa. Además, es fundamental identificar cómo las conductas o experiencias específicas de las redes sociales pueden poner en riesgo a los adolescentes, detalla el artículo médico de la Universidad de Carolina del Norte.

Riesgos potenciales de las redes sociales

Las experiencias de los «compañeros» de los adolescentes juegan un papel fundamental en el inicio y mantenimiento de la psicopatología. 

Dentro del entorno de las redes sociales, las interacciones entre pares pueden ocurrir con mayor frecuencia, inmediatez e intensidad. Se ha encontrado sistemáticamente que la ciber victimización, o la experiencia de ser víctima de acoso por parte de compañeros en línea, se asocia con tasas más altas de autolesión y comportamiento suicida, así como con problemas de internalización y externalización. 

Otros tipos de experiencias de pares en las redes sociales, como la exclusión social y los conflictos o «dramas» en línea, también pueden poner en riesgo a los jóvenes. 

Los procesos de influencia entre pares también pueden intensificarse en línea, donde los jóvenes pueden acceder a una amplia gama de sus pares además de contenido potencialmente riesgoso. 

Los jóvenes que están expuestos al contenido de las redes sociales que muestra comportamientos de riesgo (es decir, consumo de alcohol y otras sustancias) pueden tener más probabilidades de imitarlos. 

El contenido relacionado con el suicidio y las autolesiones también puede estar disponible en línea, lo que podría aumentar el riesgo de suicidio entre los jóvenes  ya  vulnerables. En un estudio reciente de más de 400 jóvenes que fueron hospitalizados psiquiátricamente debido al riesgo de daño a sí mismos o a otros, una pequeña pero significativa proporción informó haber visto contenido en línea que promovía el suicidio ‒14.8 por ciento‒ o la autolesión ‒16.6 por ciento‒ durante el periodo dos semanas antes de su admisión.

Está bien establecido que la higiene del sueño es esencial para la salud mental y el desarrollo de los jóvenes. Sin embargo, trabajos anteriores han demostrado de forma fiable una relación entre el tiempo que pasan frente a la pantalla antes de acostarse y una serie de resultados de sueño más deficientes, que incluyen una duración del sueño más corta, mala calidad del sueño y somnolencia diurna. 

En particular, el 40 por ciento de los adolescentes informa que usa un dispositivo móvil dentro de los cinco minutos antes de irse a dormir, y 36 por ciento que despierta para revisarlo al menos una vez durante la noche.

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Pamela Cruz
Pamela Cruz
Jefa de Redacción de Península 360 Press. Comunicóloga de profesión, pero periodista y escritora por convicción, con más de 10 años de experiencia en medios. Especializada en periodismo médico y científico por Harvard y ganadora de la beca International Visitors Leadership Program del gobierno de EE. UU.

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