Tras salir negativo a la primera vez que adquirí COVID-19, todo se sentía raro. Era lenta en mis pensamientos, se me olvidaban cosas tan sencillas como palabras cotidianas y sufría de dolor de cabeza constantemente. No sabía qué pasaba. Al ir al doctor escuche por primera vez el término «long Covid» o COVID prolongado, secuelas que la enfermedad puede dejar en algunas personas.
De acuerdo con el grupo de especialistas STOP COVID-19 CA, Stanford Medicine y la Alianza de Participación Comunitaria ‒CEAL‒ de los Institutos de Salud Nacionales ‒NIH‒, la condición post Covid o las afecciones posteriores al COVID-19 son problemas de salud nuevos recurrentes o continuos que pueden durar más de 4 semanas o incluso meses después de la infección por la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2.
Entre sus principales síntomas generales están la fatiga, la debilidad, un malestar general, fiebre y escalofríos.
Sin embargo, puede atacar ciertos sistemas u órganos de manera particular. En el caso de la piel y el cabello, se ha detectado la pérdida de ese último, sarpullido, hematomas y hasta piel amarillenta.
A nivel cerebro y sistema nervioso, los especialistas señalan que hay dificultad para concentrarse o recordar, dolores de cabeza, mareos al ponerse de pie, estrés, tristeza, tensión, ansiedad, depresión e inclusive problemas de sueño.
Algunos casos reportan un dolor de cuellos que se extiende hasta los oídos.
Mientras que a nivel pulmonar existe dificultad para respirar y tos, en el caso del gusto y el olfato se puede presentar nariz tapada, pérdida del gusto ‒disgeusia‒, pérdida del olfato ‒anosmia‒, pérdida del apetito ‒anorexia‒, y aumento de sed.
Los riñones también se pueden ver afectados, y se presenta con dolor en el costado del cuerpo, cambios en la micción ‒proceso mediante el cual la vejiga urinaria elimina la orina‒, y un mayor riesgo de insuficiencia renal.
El corazón y la sangre no se salvan, pues puede haber palpitaciones, insuficiencia cardiaca, dolor en el pecho y desmayos. En tanto que en el sistema digestivo puede existir dolor estomacal, cambios en el apetito, diarrea, estreñimiento, y cambios en el color de las heces.
Muchos se han preocupado por el sistema reproductivo, y es que la enfermedad podría dejar secuelas como disfunción eréctil, cambios en los ciclos menstruales y reducción temporal de la fertilidad masculina.
Cabe destacar que tambien se puede presentar dolor muscular o en las articulaciones, movilidad reducida, temblor en las manos y/o hinchazón en piernas o pies e inclusive síndrome de piernas inquietas, una afección que causa una necesidad incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de incomodidad. Suele ocurrir por la tarde o la noche cuando estás sentado o recostado. El movimiento alivia temporalmente la sensación desagradable.
De acuerdo con los especialistas, las personas que presentan el COVID prolongado, suelen notificar una o varias de estas afecciones, aunque no dañan a todas de la misma manera. Pero no se presentan en todas aquellas que han adquirido el virus.
Si bien el COVID prolongado puede afectar a cualquier persona que adquiera el virus de SARS-CoV-2, este se ha demostrado con mayor frecuencia en mujeres, personas que tuvieron Covid grave, que no estaban vacunadas o que no contaban con su esquema de manera completa, y quienes tenían comorbilidades previas a la enfermedad.
De acuerdo con cifras oficiales, de los 98 millones 560 mil a50 casos de COVID en EE. UU. hasta el 25 de noviembre de 2022, del 10 al 30 por ciento desarrollaron COVID Prolongado.
Recuerde que si usted presenta alguno o varios de estos síntomas, posterior a haber adquirido COVID-19, debe acudir a su clínica más cercana o con su proveedor de servicios médicos para un diagnostico acertado y el obtener el tratamiento adecuado a sus necesidades.
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