La invisibilidad de los adultos mayores se ha hecho evidente en los tiroteos masivos sucedidos en las últimas semanas en Monterey Park y Half Moon Bay.
Contrario a lo que se pensaría —y que usualmente sucede—, los tiroteos masivos de las últimas semanas no han sido perpetrados por jóvenes sino por adultos mayores, lo cual ha desconcertado y preocupado no solo a las comunidades sino también a expertos, pues hasta el momento no se sabe la razón exacta que los motivó a llevar a cabo estos actos de violencia.
En Estados Unidos, los adultos mayores representan el 12 por ciento de la población, sin embargo, suponen aproximadamente el 18 por ciento de los suicidios, según el Consejo Nacional sobre Envejecimiento, lo que enciende las alertas acerca de lo que podría estar sucediendo con este sector de la población.
Y es que los adultos mayores no solo sufren de problemas de salud física, pues la invisibilización, la falta de cuidados y atención y el aislamiento, son situaciones que algunos de ellos sufren día a día.
«¿Es extraño que dentro de nuestras comunidades existen ancianos que han sido invisibilizados, tratados ni siquiera como seres humanos, que se sienten aislados?», cuestionó Helen Zia, escritora, periodista y activista de la comunidad asiático-americana, en una rueda de prensa organizada por Ethnic Media Services en la que expertos se reunieron para discutir acerca de los tiroteos masivos sucedidos en las últimas semanas en Monterey Park y Half Moon Bay.
Con esta cuestionante se abren distintos caminos y espacios para la reflexión, pues la sociedad ha de preguntarse qué es lo que se está haciendo mal con los adultos mayores o si está haciendo suficiente por este grupo de la población que ha sido olvidado y marginado por años.
Zia explicó que, de acuerdo a su libro Last Boat out of Shanghai, la mayoría de los asiáticos en Estados Unidos son inmigrantes y que en el caso de los adultos mayores, han sufrido los dolores de la guerra, los cuales trajeron consigo situaciones traumáticas, que no han sido abordadas debido a que piensan que «a nadie le interesa escucharlas».
«Son historias dolorosas», comentó.
En ese sentido, Brett Sevilla, director médico de Asian Pacific Counseling and Treatment Center en Los Ángeles, señaló que los adultos mayores han pasado por distintos traumas y situaciones estresantes derivadas de las guerras que no han sido tratadas y puntualizó que «muchos de los adultos mayores de Vietnam, Cambodia y Laos están lidiando con el estrés postraumático de las guerras y revoluciones que los forzaron hace 40 o 50 años a escapar como refugiados».
Laura Som, del Centro para la Sanación de sobrevivientes de trauma, racismo sistémico, opresión e inequidad MAYE, contó que los refugiados camboyanos —que abundan en Long Beach— han experimentado violencia extrema y estrés postraumático, lo cual ha deteriorado la salud mental de la comunidad, desencadenando en algunos casos odio, violencia, depresión y furia.
Esta situación no solo evidencia que existen adultos mayores con problemas de salud mental no atendidos, sino también la necesidad de que las comunidades tengan terapeutas que aborden estos temas y los ayuden y acompañen a atravesar las situaciones que presentan.
En su oportunidad, Rita Medina, subdirectora de políticas estatales de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes —CHIRLA, por sus siglas en inglés— cuestionó varias de las situaciones que viven los adultos mayores día a día y señaló que hay personas que a sus 70 años siguen trabajando en el campo cuando deberían estar disfrutando de sus «años dorados por necesidad.
Y es que tan solo en California hay al menos 17 mil ancianos indocumentados que no tienen seguridad social debido a que en más de 10 años no les ha sido posible arreglar su estado migratorio.
«Algunos de ellos están solos aquí en este país, y sus cuerpos se están deteriorando físicamente debido al trabajo que hacen», puntualizó.
Sin embargo, los adultos mayores no sólo están viviendo un deterioro físico sino también mental y a pesar de la gravedad que esto representa, no se les ha prestado la debida atención, pues según Brett Sevilla, los familiares de los pacientes que tienen problemas de salud mental lo consideran, en muchas ocasiones, vergonzoso.
En ese sentido, Linda Yoon, co-fundadora de Yellow Chair Collective, señaló que los adultos mayores tienen la necesidad de hablar de las situaciones que han sufrido, sin embargo no encuentran los espacios idóneos para hacerlo con sus familiares.
Yoon ha atendido a muchos de los adultos mayores que han necesitado este apoyo y contó que «muchos terminan llorando porque sienten vergüenza de estar compartiendo algo tan íntimo con alguien tan joven como yo, tienen muchos traumas escondidos, aislamiento y soledad».
Sin duda, los hechos de las últimas semanas han dejado un trabajo para la sociedad, luchar contra la invisibilización a los adultos mayores, pero además ha abierto la conversación en torno a este tema, «para mi esto es una señal de que estamos creando conciencia, haciendo progreso, disminuyendo el estigma», finalizó Sevilla.
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