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viernes, abril 26, 2024
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COVID-19: Sacramento lucha por demostrar su resiliencia ante pandemia

Pamela Cruz Península 360 Press [P360P]

Fue el 5 de marzo de 2020 cuando el condado de Sacramento declaró una emergencia de salud debido al COVID-19, y desde entonces, para los residentes, organizaciones y gobierno «ha sido todo un viaje» de aprendizaje, el cual hará que la palabra «normalidad» cobre un nuevo significado, pues a pesar de los esfuerzos no se ha podido liberar del nivel de restricción Purpura.

El regreso de unos viajeros que había estado en un crucero fue el inició del recorrido del condado por una «Vía Crucis» que trajo consigo lineamientos, restricciones, pruebas y más pruebas que se sumaban a medidas adicionales que nunca eran suficientes, recordó Olivia Kasirye, funcionaria del Departamento de Salud Pública del condado de Sacramento.

Hasta el pasado 12 de marzo, Sacramento registraba cuatro mil 770 casos de COVID-19, con un patrón estable donde alrededor de 60 por ciento de los infectados son residentes entre 18 y 59 años de edad, lo que habla de una población móvil, destacó la funcionaria durante una sesión informativa realizada por Ethnic Media Services.

En ese sentido, destacó que de las muertes registradas debido al virus SARS-CoV-2 –mil 525– cerca del 80 por ciento de ellas fueron en personas mayores de 65 años, y de ellas, el 50 por ciento fueron en residentes que se encontraban en centros de atención a largo plazo, lo que lo convierto en «una de las poblaciones más afectadas». 

A esa población se unieron aquellas que por su ubicación geográfica fueron desatendidas, aquellas donde el código postal marca una diferencia en servicios y atención. Por lo que cuando el Departamento de Salud Pública recibió fondos para poder ayudar a la comunidad, parte de esa respuesta fue asignada para atender a dichas áreas vulnerables.

Kasirye recordó que a través de diferentes colaboraciones se pudo ayudar a personas sin hogar, dándoles acceso a agua limpia, saneamiento y pruebas.

El equipo de bomberos y paramédicos marcó una diferencia, pues gracias a ellos, adultos mayores de diversos centros de atención a largo plazo pudieron ser diagnosticados con pruebas, y de ser necesario ellos mismos los trasladaban a hospitales, destacó.

Explicó que otro grupo vulnerable fueron los agricultores, quienes no podían quedarse en casa y siguen trabajando durante la pandemia, situación que los colocó en el espectro más vulnerable, los casos positivos no se hicieron esperar.

Ante ello, dijo, el programa Housing for the Harvest proporcionó servicios integrales para las personas del sector de la agricultura, y también se ofrecieron pruebas comunitarias en 11 lugares, lo que ayudó a garantizar que incluso las personas que no disponían de asistencia sanitaria, que no tenían un hogar o un centro médico al que acudir para hacerse las pruebas o con problemas de transporte, pudieran someterse a ellas. « Así nos aseguramos de que estos sitios de pruebas se encontraban en las comunidades que estaban desatendidas».

Las vacunas han llegado al condado, sin embargo, Sacramento permaneces en nivel Purpura, el más restrictivo de todos debido a la aún alta incidencia en casos positivos por COVID-19.

«–El contagio– ha bajado mucho en comparación con donde estaba a finales de 2020. Así que definitivamente hemos dado la vuelta a la esquina, hemos pasado el pico y ahora nuestros esfuerzos se centran en la vacunación», determinó Olivia Kasirye.

En su oportunidad, Mike Nguy, líder de Equidad en Salud del Departamento de Salud Pública del Condado de Sacramento destacó que el despliegue de las dosis de vacunas en el área ha sido gracias a múltiples socios que han buscado Cuellar es la ruta más eficiente para que estas inmunizaciones lleguen a todos.

En ese sentido, precisó que con un número limitado de vacunas, «estábamos trabajando realmente muy duro y estrechamente con nuestros socios de la comunidad para asegurar la equidad y un alcance inclusivo, sobre todo en aquellos códigos postales que han sido  desproporcionadamente impactados por el virus SARS-CoV-2».

Actualmente, el condado cuenta con dos sitios de vacunación masiva, uno de ellos, en una de las zonas más afectadas y con poco acceso a diversos servicios, ello con la idea de igualar «el campo de juego» y asegurarse de que las comunidades y las áreas desproporcionadamente impactados tienen acceso equitativo a los recursos necesarios para enfrentar la pandemia.

A ello, recordó se han sumado las clínicas pop-up comunitarias, en las cuales se trabaja estrechamente con las áreas y organizaciones para llegar a aquellos residentes que se enfrentan a las barreras lingüísticas digitales. 

«No sólo hablamos de cómo proporcionar vacunas de forma equitativa, sino también de cómo combatir la desinformación y alinear parte de la comunicación para crear confianza entre los miembros de la comunidad, especialmente en los indígenas y las comunidades de color», agregó. 

Mike Nguy, líder de Equidad en Salud del Departamento de Salud Pública del Condado de Sacramento

Recordó que es necesario que los residentes puedan tener acceso a resolver todas sus dudas respecto a la vacuna, para así poder aplicársela y entrar en una nueva fase de la pandemia.

En ese sentido, explicó que la mejor vacuna es la que se encuentra disponible, y ante la escasez de las dosis en necesario que las personas acepten la vacuna que está en ese momento para ellos, con lo que se evitará una mayor dispersión del virus y de la enfermedad.

«Especialmente en este momento en el que tenemos tan pocas dosis disponibles y la demanda es mucho mayor que el número de dosis, si vas a un sitio, sea cual sea la vacuna que te ofrezcan, es la mejor», agregó.

Mike Nguy, líder de Equidad en Salud del Departamento de Salud Pública del Condado de Sacramento

Actualmente, el condado de Sacramento ha administrado 429 mil 212 dosis entre sus residentes, de las cuales 33.8 por ciento han sido a caucásicos, 11.1 por ciento a asiático-americanos, 11.1 por ciento multiracial, 8.4 por ciento a latinos, 4.1 por ciento a afroamericanos y 4.1 por ciento a nativos americanos, 11.8 por ciento fueron de otras etnias, y se desconoce el origen de 18.3 por ciento de los que han recibido la inmunización.

El Centro de Salud del Nativo Americano de Sacramento, dirigido por Britta Guerrero, es uno de los sitios que atiende a una de las comunidades más afectadas por el COVID-19, y una que a lo largo e la historia ha sido desproporcionadamente desatendida en materia de salud, además de atenderá a otras desprotegidas como aquellas de color que no cuentan con un seguro médico.

«Alrededor del 80 por ciento de nuestros pacientes sufren de más de una condición crónica y también tienen algún problema de salud mental. Así que hay una gran cantidad de los determinantes sociales que tenemos que trabajar», destacó.

Agregó que sus pacientes soportan la carga de las disparidades sanitarias desproporcionadas, lo que ha provocado tasas muy altas de COVID-19 y muertes derivadas de la enfermedad. 

Lo anterior dijo, se debe principalmente al acceso limitado que tienen las comunidades minoritarias para acceder a centros de salud adecuados, además de la pobreza que enfrentan y la necesidad de mantenerse en sus trabajos, muchos de ellos sin la protección adecuada, para poder solventar sus gastos básicos.

Recientemente, dijo, han incrementado 106 por ciento las citas psiquiátricas, lo que significó que los pacientes estaban sufriendo depresión y ansiedad y lidiando con todos los factores de estrés adicionales de estar aislados, faltar al trabajo y cuidar de los niños, y tal vez lidiar con problemas de abuso de sustancias mientras están separados de sus familias y de la comunidad. 

«Al ser una de las comunidades más vulnerables, decidimos empezar a vacunar a todos los nativos americanos de 18 años o más, que han tenido la oportunidad de participar en el programa de vacunas de los Servicios de Salud de los Indios. Así que estamos utilizando las vacunas de los Servicios de Salud de los Indios para nuestros pacientes que son nativos», expresó.

«Tengo mucha esperanza y también mucha preocupación por la situación actual. La paz de la esperanza es que la gente nativa tiene un sentimiento de compartir o de responsabilidad colectiva por los demás y de protección de nuestros más vulnerables, por lo que muchos de los jóvenes se han apresurado a vacunarse. Hemos querido trabajar con otras comunidades para asegurarnos de que estamos haciendo nuestra parte para proteger a otras comunidades que están desatendidas o son vulnerables», subrayó.

Finalmente, refirió estar esperanzada en que por primera vez, haya equidad para todos en la obtención de vacunas y se hable abiertamente del racismo sistémico en las comunidades nativas, para poder eliminar las barreras y valorar a dicha comunidad.

Para Rachel Ríos, director ejecutivo del Centro de Asesoramiento La Familia, esta muy claro que la comunidad latina ha sido fuertemente impactada tanto en términos de casos positivos de COVID-19 como de muertes, por lo que están representadas muchas de las disparidades que existen. 

Señaló que al llegar la pandemia no se tuvo el «lujo» de cerrar las puertas de la organización, debido a los servicios que proven a la comunidad latina que tiene diversas necesidades para solventar su día a día.

Actualmente, destacó que los servicios se centran en la telesalud o salud a distancia, con servicios virtuales, sin embrago, reconocen que la comunidad sufre de una falta de dispositivos digitales, por lo que no pueden acceder a los servicios de otra forma que no sea la presencial.

Explicó que desde el inicio de la pandemia, las tasas de infección aumentaban para los latinos y nadie parecía estar prestando atención a eso, situación que pudo haberse controlado de haber sido «un poco más proactivos».

«La gente dice que los latinos se están reuniendo, pero los datos muestran que los latinos son los trabajadores esenciales. Son la columna vertebral de nuestra economía en California. Son los que van a trabajar. No tenían la oportunidad de teletrabajar y quedarse en casa. Tenían que presentarse a trabajar o perder sus puestos de trabajo», subrayó.

Rachel Ríos, director ejecutivo del Centro de Asesoramiento La Familia

Ante ello, urgió a que exista un centro de pruebas en la comunidad, que hable español, donde la gente pueda sentirse cómoda, especialmente las personas con estatus migratorio mixto o que estén indocumentadas, «para que puedan venir y sentirse cómodos dando su información y haciéndose una prueba COVID-19, porque hay muchos temores, sabemos que hay mucha retórica antiinmigrante antes de que ocurriera esta pandemia».

Por lo anterior, explicó que tiene la esperanza de que la narrativa en torno a los inmigrantes cambie, «que veamos el valor y que finalmente reconozcamos que han estado trabajando y que han mantenido nuestras economías unidas, que veremos el valor de todas nuestras comunidades diversas, pero me preocupa que una vez que la infección regrese, volvamos a cómo eran las cosas».

Stephanie Nguyen, directora ejecutiva de Recursos Asiáticos, explicó que se debe asegurar seguir educando a las comunidades para colaborar entre ellas y por de asegurar que la información, los recursos y la equidad en salud llegue a todos.

En ese sentido, apuntó que antes de que llegue una nueva pandemia o de que una nueva situación grave de salud se vuelva a presentar en el país, es necesario unirse y trabajar en las comunidades para evitar que nuevamente se vuelva a perder una cantidad desproporcionada de vidas.

Para Nancy Xiong, directora de desarrollo y comunicaciones de Hmong Innovating Politics destacó que dos de los mayores desafíos en este momento son el acceso a las vacunas y la desinformación que existe para algunas comunidades que no dominan el idioma inglés.

Explicó que muchos miembros de la comunidad asiática están listos e interesados en ponerse la vacuna contra COVID-19, pero al no haber información precisa sobre la inmunización en su idioma, les genera desconfianza y en ocasiones optan por no buscar acceso a las dosis.

A ello se debe sumar que existe una falta de datos para cuantificar cual ha sido el verdadero impacto en la comunidad asiático-americana.

«No sabemos cuántas personas del sudeste asiático han fallecido o si alguno de nuestros negocios de propiedad del sudeste asiático ha recibido dólares de recuperación y creo que ambos números van a ser realmente importantes para avanzar en términos de cómo podemos dar los próximos pasos para abordar realmente los problemas en cuestión y encontrar soluciones en torno a eso», refirió.

Actualmente, el condado de Sacramento lucha por avanzar en las desigualdades de salud y busca que cada vez más residentes sean vacunados y atendidos ante una guerra que no ha dado tregua en contra del COVID-19.

Pamela Cruz
Pamela Cruz
Jefa de Redacción de Península 360 Press. Comunicóloga de profesión, pero periodista y escritora por convicción, con más de 10 años de experiencia en medios. Especializada en periodismo médico y científico por Harvard y ganadora de la beca International Visitors Leadership Program del gobierno de EE. UU.

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