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miércoles, abril 17, 2024
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Tormentas eléctricas en Alaska podrían triplicarse por cambio climático

Las aguas sin hielo alimentarán la humedad atmosférica si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan sin control, provocando tormentas eléctricas.

Pamela Cruz. Península 360 Press [P360P].
tormentas eléctricas

El aumento de las temperaturas alterará potencialmente el clima en Alaska tan profundamente que expertos prevén que, para finales de este siglo, la cantidad de tormentas eléctricas se triplique, lo que aumentará los riesgos de inundaciones repentinas generalizadas, deslizamientos de tierra e incendios forestales inducidos por rayos, según una nueva investigación.

De acuerdo con un par de nuevos artículos, un equipo de investigación dirigido por científicos de la Universidad de Ciencias y Letras de París y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica –NCAR, por sus siglas en inglés– en Colorado, mostraron que el hielo marino alrededor de Alaska podría dar paso a aguas abiertas en los meses más cálidos creando una amplia fuente de humedad para la atmósfera. 

Dicha humedad, detallaron, combinada con temperaturas más cálidas que pueden contener más vapor de agua, aceleraría las tormentas de verano sobre Alaska para fines de siglo en un escenario de altas emisiones de gases de efecto invernadero.

«Alaska puede esperar tres veces más tormentas, y esas tormentas serán más intensas», dijo el científico de NCAR, Andreas Prein, coautor de los nuevos artículos. «Será un régimen de lluvias muy diferente».

Las tormentas eléctricas se extenderían por todo Alaska, incluso en las regiones más al norte, donde tales tormentas son prácticamente desconocidas. 

En el caso de aquellas regiones más al sur del estado, que actualmente experimentan tormentas eléctricas ocasionales, estos fenómenos meteorológicos se volverían mucho más frecuentes y las tasas máximas de lluvia aumentarían en más de un tercio.

Para llegar a tan conclusión, los científicos utilizaron un conjunto de modelos informáticos avanzados y un algoritmo especializado para simular las condiciones meteorológicas futuras y rastrear las fuentes de humedad en la atmósfera.

Los expertos, también se dieron cuenta de que los impactos en Alaska podrían reducirse significativamente si la sociedad frenara las emisiones.

Y es que, los hallazgos tienen implicaciones de gran alcance para el estado número 49. Las inundaciones ya son el tipo de desastre natural más costoso en el centro de Alaska, y los incendios forestales provocados por rayos son un peligro importante.

«Sospechamos que el creciente número de tormentas eléctricas podría tener impactos significativos, como amplificar las inundaciones primaverales o causar más incendios forestales», dijo Basile Poujol, científico de la Universidad de Ciencias y Letras de París y autor principal de ambos estudios.

El calor invade Alaska

Se espera que Alaska se caliente entre 6 y 9 grados Celsius –alrededor de 11 a 16 grados Fahrenheit– para fines de siglo si la sociedad bombea grandes cantidades de gases de efecto invernadero. 

El vasto estado ya está experimentando impactos dañinos por temperaturas más cálidas, incluidas temporadas de incendios forestales más largas, olas de calor récord y deslizamientos de tierra y sumideros causados ​​por el derretimiento del permafrost.

Expertos ya han advertido que el derretimiento del hielo marino y más aguas abiertas alrededor de Alaska agreguen más humedad a la atmósfera, alimentando tormentas eléctricas en un clima más cálido.

Pruebas mostraron que la frecuencia de tormentas al sur del río Yukón aumentó de aproximadamente una vez al año a todos los meses durante la estación cálida. 

Las tasas de lluvia por hora aumentaron notablemente, llegando hasta un 37 por ciento más en los núcleos de las tormentas. Además, comenzaron a aparecer tormentas eléctricas en regiones que no las habían experimentado anteriormente, como North Slope y West Coast.

Asimismo, los resultados mostraron que las masas de aire húmedo de las regiones sin hielo del golfo de Alaska, el mar de Bering y el océano Ártico proporcionarán abundante combustible para las tormentas.

En tanto que la atmósfera más cálida experimentará tormentas eléctricas cada vez más poderosas que es más probable que se organicen y formen grupos a gran escala, lo que aumentará el potencial de lluvias intensas y relámpagos.

Península 360 Press
Península 360 Presshttps://peninsula360press.com
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